Platos de Bilbao para sacarle el sabor a la ciudad
¿A qué sabe Bilbao? Vamos a darnos un paseo gastronómico por esos platos y productos que, mordisco a mordisco, nos harán volver con la memoria a sus calles.
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Sobra decir, pero lo diremos, que uno de los atractivos de la villa es su gastronomía. Al orgullo de contar con una de las más variadas gastronomías, sumemos ahora el hecho de que la próxima gala de los 50 Best Restaurants se celebrará en 2018 en Bilbao.
Empezaremos recordando que muchos de esos sabores los encontraremos aquí, en el restaurante del Hotel Gran Bilbao. Desde el desayuno, al almuerzo y la cena.
Pues vamos a comernos Bilbao en el sentido más literal de la palabra. Porque nadie puede irse de aquí sin haber probado y sucumbido ante:
1.Las alubias.
Vale, tenemos diversas variedades, pero las de Gernika, muy cerquita de Bilbao, destacan por su delicado sabor, un color menos oscuro que la alubia de Tolosa y una piel algo más gruesa (perfecta para que no se rompa al cocer). Y, aunque la temporada da comienzo en octubre, podemos comernos una contundente alubiada prácticamente durante todo el año en diferentes restaurantes bilbaínos. Como hacen las cuadrillas, ¡pues!
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2.Chuletón (o con TX, Txuleton, que sabe más a Bilbao).
Sí, ya sabemos que estabais deseando llegar a este punto. Y que solo imaginarlo, nuestras glándulas salivales empiezan a trabajar. Pues al ataque. Los carnívoros están de enhorabuena porque la chuleta es más de Bilbao que el Txinbito. Y ya que nombramos uno de los barcos más tradicionales de Bilbao, recordamos que a bordo de unos más modernos podemos recorrer la ría y además comer de auténtico lujazo.
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3.Atención, que viene una anécdota.
Resulta que este pescado es uno de los más arraigados en la gastronomía vasca porque José María Gurtubay, mayorista de este pescado, hizo un pedido allá por 1835 a su proveedor habitual donde le solicitaba que le enviase 100 ó 120 bacaladas. Sin embargo, olvidó acentuar la “ó” y así, el proveedor lo confundió con un cero más, mandándole finalmente 1.000.120 piezas. De esta forma y gracias al ingenio bilbaíno, proliferaron numerosas recetas de bacalao que hoy en día hacen las delicias de todos. Que si bacalao a la vizcaína, que si el pil pil… ¡Un error delicioso!
4.Las gildas.
Oh! Bella dama donde las haya. Y las vamos a encontrar en prácticamente todos los bares del Casco Viejo. Porque sí, porque no hay nada más de Bilbao que salir a tomar unos txakolis y comerse una Gilda. O dos, o tres o las que sean. Sencillas parecen pero esto es como las tortillas de patata, que ninguna sabe igual. A saber: las clásicas llevan aceituna, anchoa y piparra (guindilla) ensartadas con cariño en un palillo. Hay quien gusta de añadir pimiento rojo o cebolla, pero somos unos sentimentales y nos gustan las de siempre. Y sí, también llevan una curiosa historia detrás. Resulta ser que a este afamado pintxo le bautizaron con ese nombre en honor al personaje encarnado por Rita Hayworth. ¿La razón? Ambas son “saladas, verdes y con un toque picante”.
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5.Las rabas.
Venga, admitimos que no son solo de Bilbao pero esta es una de las pocas ciudades donde cada año se hace concurso para encontrar las mejores. Por algo será. Domingos y festivos, eso sí. Porque es como una tradición tan querida que muchos piensan que “se estropearía la costumbre de comer rabas” si se comieran cualquier día de la semana. Es la oda al ocio dominguero servida en plato. Ojo que si encima lo tomamos con un marianito bien preparado, tenemos el aperitivo perfecto.
Que no, que no nos olvidamos de los golosos. Porque otra cosa de la que presumir en la capital vizcaína son las pastelerías y obradores con años y años de tradición. En Bilbao somos golosos y eso se nota porque es fácil enumerar varios bocados dulces típicos no de todo el País Vasco sino de aquí, del botxo. Vamos a por ellos, que siempre viene bien terminar con un puntito dulce. Para el desayuno, de postre o a la hora de merendar para reponer fuerzas tras una jornada de deporte. Que para gustos, los sabores (¿o eran los colores?).
6.Carolina.
A muchos les suena a nombre de canción, pero dile a un bilbaíno que cierre los ojos y piense en Carolina y lo que le va a venir a la mente es este dulce bocado de merengue de colores sobre una tartaleta.
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7.Bollo de mantequilla.
Cuidado con decir en alto que es un bollo suizo porque no. Si no nos creéis, abridlo y admirar esa deliciosa crema batida de mantequilla y azúcar. ¿Dónde encontrarla? ¡En todos lados!
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8.Pastel de arroz.
Aclaremos que no lleva arroz, tranquilos. Se le conoce con ese nombre porque antaño se usaba harina de arroz para su elaboración. Un pequeño pastelito hojaldrado, similar a los pasteis de nata de Lisboa y que mucha gente toma algo templaditos para intensificar el sabor de la crema.
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9.Pastel ruso.
Seguimos a vueltas con el merengue. Se comenta que su origen es de mediados del Siglo XIX cuando fue el postre ofrecido al zar Alejandro II de Rusia. ¿Una bilbainada? No estamos pensando en eso sino en las capas y capas de merengue cocido y crema de mantequilla de la que está hecho.
Entrar en una pastelería de las más tradicionales de Bilbao es darse un paseo por la historia más dulce local. No dejes de hacerlo en tu visita y, si te da miedo coger unos kilitos, con un buen paseo en bicicleta lo tienes hecho.
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